18 de septiembre de 2007

Su propio engaño

Mañana extraña. Madrugada temprana tras una noche corta. Si, hoy me examinaba del teórico del coche. Y bueno, que decir, ...


Lo primero, que no voy a contar mis experiencias en la DGT, ni voy a contar como era el examinador, ni físicamente ni si miraba bien o mal, su desconfianza o sus quince paseos por mi lado. No voy a contar nada sobre las preguntas, sobre coches y motores, sobre marcas viales y señales verticales, ni sobre los agentes del tráfico, que muchas veces más que eso, como muchas de las personas que tienen un cargo de ese tipo, se creen superiores, cuando al final, otro españolito de a pie más. Como tú y como yo.
Simplemente, hoy me pregunto, cuánta gente habla, cuánta gente dice y dice decir. Cuánta gente habla sobre si mismo, sobre lo que son o creen ser. Cuánta gente cree su superioridad superior a la del resto, y al final...Comen y se alimentan de lo que todos, de sus propias palabras, llegando a sentar mal incluso a sus perfectos estómagos, de los que dicen solo aceptar ciertas exquisiteces que ni ellos mismos son conocedores de su procedencia.
A esa gente que dice presentarse a este tipo de cosas, una sola vez. Y la primera en la frente. Que dicen de los demás, y hablan más que nadie. Presumen de no ser nadie, porque nadie son. Engañan a su propio engaño. Mienten a su propia mente. Juegan en su propio juego, en el que solo juegan ellos, nadie más. Por dos cosas; la primera, porque nadie quiere jugar con ellos, y la segunda, porque nadie acepta normas que van en contra de la propia moral y la lógica, cosas que ellos desconocen.

¿Y por qué mentir?, ¿para qué?, ¿para quién? Después de habérmelo preguntado en repetidas veces, llego a una conclusión, y esa no es otra, que para sentirse igual que el resto. Para sentirse fuertes cuando no lo son. Para engrandecer su ego incluso en algunos casos, pero simplemente por eso que ya dije. Su debilidad. Sus ganas e intentos de querer ser como el resto y no darse cuenta de sus propias limitaciones, al igual que no se dan cuenta de sus aptitudes en otros campos.

¿Y por qué actuar e intentar ser cómo el resto?, si precisamente la diferencia nos hace humanos, únicos y encantadores de cara a algunos, odiados para otros. Esas son nuestras señas de identidad, por lo tanto, potenciemos esto y no nos avergoncemos de nuestra propia persona.
Y poco más que decir. Que he aprobado mi teórico, por lo tanto, a otra cosa pasaré ahora. Por ejemplo, a mis prácticas, que las empiezo mañana....Y así es como les relato mi experiencia del día de hoy.

Despidiéndome de esos libros, tests y sus hojas correctoras, y de las clases teóricas de la auto escuela... Un

saludo, Jose

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes razón, hay mucha prepotencia de los que tienen cierto poder, pero como tu dices, todos somos personas y tarde o temprano nos llega el turno y nos vemos en las mismas situaciones.

Anónimo dijo...

yo me saqué el carne hace muchos años a la 5ª porque odio elcoche.de echo, hoy en día he dejado de conducir. muchos besos y leere tus articulos anteriores

Anónimo dijo...

Muy bueno Jose, tienes razón, no son más que personas como nosotros, por otra parte enhorabuena por el aprobado; creo que me voy a hacer yo uno de estos también, que tengo mucho que contar, jaja, un beso!

Anónimo dijo...

Enhorabuena!! !! !! !! !!

Anónimo dijo...

Hola Jose... enhorabuena!! Menudo susto me diste cabroncete!! Un abrazo!

Beth dijo...

La teórica me la saqué a la segunda...y la práctica, bueno en ello estoy...subo de aquí a unos días.