1 de mayo de 2006

Entre nubes, aviones de papel y observando desde este nuevo mundo....

Despego y vuelo sobre este mundo. Intento orientar mi mirada, dirigir mis ojos allá donde la realidad no me deja llegar.

Asciendo despacio, poco a poco, sin prisa, sin pensar que pasará. Calmando mis ansias de alcanzar algo más y me conformo con llegar hasta donde estoy ahora …

Sentado y observando las nubes ahí abajo. En el lugar perfecto, ni demasiado arriba, ni tan abajo que entorpezcan la vida de ahí abajo. Simplemente en el lugar perfecto, perfecta armonía de colores, de contrastes entre el color uniforme de este cielo y su manchas blancas que lo salpican. Dispuestas en el cielo como una capa que separa dos mundos opuestos; el paraíso en el que me encuentro y el mundo al que he de volver en apenas una hora.

Espero a llegar, pero mientras tanto, disfruto del viaje, de este mundo diferente. Disfruto del otro mundo por el que voy, distinto al que tengo y muy parecido al que yo anhelo tantas veces …

Mis impresiones toman forma y se convierten en letras, como cada día, como cada espacio en el que abandono una pequeña parte de mi mismo.

Volar, caer, aguantar o bajar ahí otra vez.

La verdad es que no tendría sentido permanecer durante mucho más tiempo. Hay que probar, para poder opinar, para saber elegir la mejor opción. Lo de abajo, lo hecho de aire, lo efímero y lo que pueda permanecer en el tiempo. Lo que hay más allá que el muro que ciega nuestros ojos.

¿Qué sentido tendría aguantar aquí? Frialdad, falta de sentimientos … Un mundo vacío, como vacías están las cosas llenas de aire. ¿Por qué vacíos? No tienen acaso algo en su interior. No hay algo que les llena? Botellas vacías de nada, llenas de aire. Espacio vacío de gente, de cosas materiales, pero lleno de emociones que la gente lanza a él. Como en el cielo, donde miramos cada día, y echamos la ilusión, la emoción o la impaciencia de no saber esperar. Pero sin embargo, decimos y afirmamos que no hay nada, o al menos nada que podamos ver o nos interese. Porque se pierde en el tiempo, hasta el cuero se pierde y se pierde en el tiempo, y en el espacio.

No tendría nada más que mirar un montón de nubes. Bellas por sí solas, amontonadas las unas sobre las otras, sin formas definidas Irreales, van y vienen, están y desaparecen. Como espejismos que se van con un cambio de mirada hacia uno u otro lado.

¿Qué ilusión me inundaría a mi mismo al pensar que eso es lo único? Cambios de nubes, de movimiento de vientos, de cruce de aviones, y falta de Esa sería toda la ilusión. La de la novedad, la de lo deseado pero que una vez probado se acaba. Y como todo acaba aquí, se pierde en el tiempo, se esfuma y se esconde tras esa cortina que separa lo real de los sueños. Lo que son los sueños en sí, la irrealidad formada con la mente y cambiante al amanecer.

Quiero seguir creando el mío, mi mundo. Con sus propios sueños, su propia luz, su propio despertar y anochecer. Su propia imaginación, la que me permite estar ahora escribiendo esta línea, terminándola y poder empezar la siguiente.

Que sentido tendría estar obligado, resignarme a vivir en este mundo porque un día lo decidí …

Seguir creando el mío, en el que todo lleve un toque personal, un toque propio de nada más importante que la ilusión. Aportar cada día, día a día, personas, sensaciones e ilusiones a un mundo propio. Mi propio mundo donde yo sea el dueño de su evolución o al menos esté en mis manos su control en algunas pequeñas cosas que realmente harán que eso sea mi propio mundo.

Guardaré todas la imágenes que quedan grabadas en mis retinas como fotografías en el papel. Como cada uno de los fotogramas de esa película que es mi vida. Impresos sobre mi mente para recordar lo que ahora siento, con imágenes formadas por el lenguaje digital o por el que ahora uso para componer otro de esos recuerdos que algún día leeré, que me hará reconstruir esa imágenes en forma de pensamientos. De esa manera logro construir cimientos, levantar muros de ladrillo, empedrar calles Con cada una de las piedras que lanzan desde el otro lado del muro que me separa de lo indeseado. La pared que me separa de los que un día odiaron y ahora leen. Ahora descubren cosas que criticaron, cosas en mi que se negaban a aceptar y ahora se quedan admirados. Preguntándose si soy el mismo, o si mis palabras, las que mis manos forman son las mismas que mi boca dice. Se preguntan si es la misma cabeza la que las forma, la que crea y no acaban de entender Si es timidez, si es otro el que lo hace por mi o si realmente soy yo quien escribe. Soy yo, el mismo, el que vive, el que lloró y no llora, el que nació y aun vive Pero ahora alejado, de lo que carece de algo, de lo vacío … O lleno de algo que no es lo que busco …

¿Para que seguir jugando a no saber que quiero? He de buscar la razón para bajar ahí abajo () Lo se, y elijo por eso cada una de las cosas que eso sea mi mundo, de esas pequeñas cosas. Acabo de encontrarla, el motivo que hace que yo sea alguien para alguno, y no algo entre muchos. Es hora de aceptar que no puedo seguir mucho más aquí, sentado … Y cruzo las nubes, ya vuelvo de nuevo, me acerco hacia ti Las cosas no han cambiado desde hace algún tiempo, no han cambiado demasiado. Ahora debo retomar lo que frené y creí parado en el tiempo, porque no lo está, sigue en movimiento. No hay cambios verdaderamente importantes mas que el del propio movimiento …

__Viniendo de Londres____________

En un avión desde el que solo veo la claridad del mundo que tengo a mis pies. Desde donde solo puedo hacerlo. Donde tengo la cordura suficiente para apartar los obstáculos del camino, donde nada pesa. Veo la bondad que reflejan las nubes, y que solo puedo ver si las miro detenidamente. Solo si busco sinceramente en ellas, a fondo en su fondo. Si me detengo y observo en silencio. Apartándome de la realidad en la que vivo como única manera de ver lo que tengo. Alejándome para diferenciar lo imprescindible de lo importante y lo externo y lo que completa la vida. Y soy yo el que deba decidir cuando bajar, cuando sea yo el que acabe con esta irrealidad … Idílica e imposible.


Ya vuelvo, ya piso la tierra, ya cierro las letras y empiezo a circular otra vez. Ya enciendo la luz y acabo con el sueño de reflexión y aventura por nuevos mundos desconocidos...


_________________________________________________


Y como siempre, una de las cosas que me llaman a vivir, a estar en este mundo, el Mundo, mi propio mundo. Y eso porque está, porque no se ha ido, porque sigue y seguirá en el Círculo...El circulo de la vida, sin principio ni final, con una continua evolución infinita.

Vega, la vida eres. Buscaré siempre que sepa que tu vida es, buscaré por tierras desconocidas, hasta que un día, mi vida se pare para poder ver el movimiento de la tuya...

Jose

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo tambien admiro a vega y zahara. me gusta tu blog. te invito a conocer a lidia guevara (tiene myspace /lidiaguevara). seguro que tambien te gustara

besos